Reseña de Blanca como la nieve, roja como la sangre de Alessandro D'Avenia.

Título: Blanca como la nieve, roja como la sangre.
Título original: Bianca como il latte, rossa como il sangre.
Saga: -
Autor/a: Alessandro D'Avenia
Traductor/a: César Palma.
Precio: -€
ISBN: 978-84-253-4424-4
Editorial: Grijalbo.
Nº Páginas: 249
Formato: Pasta dura.  

Leo vive en pleno torbellino de la adolescencia. Un universo en el que irrumpe un nuevo profesor, soñador, que pone a prueba a sus alumnos y les obliga a plantearse preguntas acerca de la vida y de sus propios sueños. Preguntas que a Leo le cuesta responder, pero que le acercan al mundo de los adultos. Además, Leo tiene un enemigo: el color blanco. Porque para Leo todas las emociones tienen un color, y el blanco es la ausencia, la soledad y la pérdida, el rojo, en cambio, es el color del amor, la pasión, la sangre; rojo es el color de los cabellos de Beatrice. Leo ahora ya tiene un sueño, y se llama Beatrice. Cuando Leo descubre que Beatrice está enferma y que su enfermedad está relacionada con ese blanco que tanto le asusta, deberá buscar dentro de sí mismo, para entender que los sueños no tienen fin y que siempre hay que encontrar el coraje para creer en algo más grande.

Nuestro protagonista Leo, es un adolescente cualquiera. Odia los estudios, adora pasar el tiempo con sus amigos, le gusta ver a las chicas y pasar el tiempo haciendo todo aquello que desea: jugar a fútbol, tocar la guitarra, hablar con sus amigos y observar a Beatrice; la chica de cabellos rojos que lo tiene completamente enamorado, pero que parece ignorarlo por completo. 

"Cada cosa tiene un color. Cada emoción tiene un color. El silencio es blanco."

 Tengo tantas cosas que decir de la novela, que si no tuviera un guión, no sabría ni por donde empezar. Pero vamos a centrarnos primero en los personajes, sobretodo en el protagonista. Si os digo que desde la página uno ya lo odiaba, os estaría mintiendo, pero no porque no haya odiado a Leo desde el inicio, sino porque la historia empieza en la página once. Leo es un adolescente normal, como ya dije, que pese a tener dieciséis años, la mayoría de las veces parece mucho más pequeño por su comportamiento, lo que no ha evitado que el autor le atribuya unas reflexiones filosóficas que no encajan para nada con la actitud infantil y estúpida que tiene. Por otro lado tenemos a Niko, el mejor amigo de Leo que pasa por la novela sin pena ni gloria; y a las dos chicas, Silvia, la mejor amiga de Leo, y Beatrice la joven que le ha robado el corazón. Y si me tengo que quedar con algún personaje, son Silvia y Beatrice, pues creo que son las únicas que han hecho que la historia me interese aunque sea un poco. Sin olvidar a el Soñador, un profesor sustituto que marcará mucho la no evolución del personaje y sus reflexiones.

 Aunque ya desde el inicio parece que la relación entre Leo y Beatrice es imposible, sucederá algo que hará que se vuelva aún más complicada. Una cosa bastante dura, pero que al final ha sido lo único que me ha interesado un poco de toda la trama. 

"No tengo nada que decir, porque cuando no hay amor se terminan las palabras."

 Ahora sí, dejando a un lado los personajes, hay varias cosas negativas que quiero mencionar: 

1. La trama, ¿cómo de malo es el libro para que la trama no te interese en lo más mínimo hasta casi el final? Real, últimamente estoy leyendo libros con tramas muy malas, pero es que esta no parecía a llevar a ningún lado, y no ha sido hasta el final que me ha "llamado la atención". 

2. Hay excesivas menciones o reflexiones sobre Dios y su existencia. Normalmente me suele da igual, o sea, soy atea, pero cuando un personaje es creyente me suele dar exactamente lo mismo, al igual que me pasa en la vida real. Pero este libro tenía tantas menciones a Dios que ha llegado un punto en el que me ha puesto muy nerviosa. 

3. Y lo peor, el uso excesivo de la palabra "maricón" como un insulto y como algo despectivo, os pongo un ejemplo: "Mi deseo de llevármela a la cama, que era lo que antes me concitaba, queda lejos: pero no me he vuelto marica." Y es que creo recordar que estamos en el siglo XXI, y estas cosas no deberían suceder ni en la vida real ni mucho menos en literatura o cualquier medio de entretenimiento que llegue a gente en edad de aprendizaje. A no ser, que esto se haga como una forma de denuncia a estos hechos, algo que no sucedía aquí

"¿Por qué quiero que alguien me lance un salvavidas pero no hago nada por agarrarle la mano?"

 En conclusión, Blanca como la nieve, roja como la sangre ha sido un libro del que esperaba bastante y que me ha defraudado muchísimo. Ni el protagonista, ni su comportamiento, ni mucho menos la trama han sido de mi gusto, y han sido muchas las cosas negativas que le han ido restando puntos y más puntos al libro. Sin olvidar que ya desde el inicio intuía la evolución de la historia, y como acabaría.