Reseña de La Madre Naturaleza de Emilia Pardo Bazán.

Título: La Madre Naturaleza. 
Título original: -
Saga: -
Autor/a: Emilia Pardo Bazán. 
Traductor/a: -
Precio: 13,30€
ISBN: 978-84-376-1719-0
Editorial: Catreda. Letras hispánicas.
Nº Páginas: 405
Formato: Rústica.

La temprana vocación literaria de Emilia Pardo Bazán, junto con su prodigiosa disposición para aprender, unida a una constante curiosidad intelectual, la convierten en una gran conocedora de la literatura europea de su tiempo y especialmente de la que se escribía en Francia. Pionera en el conocimiento del Naturalismo francés, doctrina que suscitó en nuestro país vivas polémicas entre adictos y contrarios, y de la que ella fue ferviente defensora y practicante en la década de 1880, sus obras se enfrentan a los problemas del hombre moderno del siglo XIX, y presentan el dilema entre los testimonios de la ciencia y las revelaciones del espíritu, el choque entre la identidad y las tradiciones, erosionadas por el progreso y la disolución de las costumbres sociales.

La Madre Naturaleza fue considerada en el momento de su aparición uno de los ejemplos más ortodoxos del Naturalismo en España, a pesar de sus diferencias con las prescripciones de Zola. La novela se ocupa de un proceso natural que está condenado por la sociedad: el enfrentamiento entre la naturaleza y la cultura, expresado como la fuerza irresistible del amor que sienten dos seres que acaban sucumbiendo a los impulsos naturales. 

La madre Naturaleza tiene una continuidad temática y cronológica con otra novela de Pardo Bazán: «Los Pazos de Ulloa», una continuidad que la autora propone incluso en el subtítulo de esta obra: 2ª parte de «Los Pazos de Ulloa». La tesis de esta novela es la invocación a la cultura, y en concreto a la religión, el naturalismo cristiano, frente al imperio de la naturaleza desordenada y sin control.

La Madre Naturaleza continua la historia donde la dejó Los Pazos de Ulloa, otra de las novelas de la escritora Emilia Pardo Bazán. Aún así, si no habéis leído Los Pazos de Ulloa (como es mi caso), no hay problema alguno a la hora de entender La Madre Naturaleza. 

La novela nos presenta la historia de Perucho y Manolita, una pareja de jóvenes que han pasado toda su vida juntos y en la mayoría del tiempo, acompañados únicamente de la naturaleza. Pero ahora, con el paso de los años y la llegada de la adolescencia, están notando como algo entre ellos cambia y sus sentimientos pasan a ser algo más que sentimientos propios de hermanos, lo que siempre se han considerado dada la cercanía que hay entre ellos.
Pero la inesperada llegada del tío de Manolita, pondrá la vida de estos jóvenes patas arriba, así como la vida en la casa del Marqués de Ulloa, el padre de Manolita. 

Además de los personajes principales: Perucho y Manolita, el tío y el padre de Manolita, entre otros, también encontramos un personaje muy importante en la propia Naturaleza, que a lo largo de la historia tendrá la función de “madre” que protege en sus “brazos” a la pareja de jóvenes. 

La Madre Naturaleza pertenece al género del naturalismo, conformado por novelas muy extensas, pero de acción muy reducida. Este género literario practica un objetivismo radical, que se basa en la observación minuciosa del entorno, así como de una gran documentación sobre este. Lo que da lugar a amplias y minuciosas descripciones, que restan importancia al relato y son las responsables de la gran extensión de la obra. 
Y aquí surge la primera pega de la novela: no soporto las descripciones excesivamente largas, algo que podemos encontrar en numerosas ocasiones, y que para mi hace que la novela sea mil veces más densa y complicada de leer.

ATENCIÓN. 

A ver, tengo muchas quejas en relación a la novela, pero para contarlas tendré que hacer spoiler, así que desde aquí hasta que avise, todo lo que diga puede ser spoiler: 

Desde el principio de la novela, se nos plantea una primera relación amorosa entre Perucho y Manolita. Una relación que parece bastante natural dada la cercanía de los chicos y la edad en la que se encuentran. 
Pero, tras la llegada del tío de Manolita, Gabriel, tendrá lugar una especie de segunda pareja amorosa. Gabriel ha venido a la casa del Marqués de Ulloa para pedir la mano de su hija Manolita, hija también de su hermana.

Ahora a partir de aquí me surge un problema: LA DIFERENCIA DE EDAD. Vale, estamos hablando de otra época hasta ahí “bien”, pero en el momento en el que empiezan a censurar moralmente otras cosas y esta les parece natural, ya todo me empieza a chirriar mil veces más. 

Como se nos hace saber casi desde el inicio, Manolita y Perucho son hermanastros, ambos tienen el mismo padre, algo que los propios niños no saben. Y aquí es donde surge la censura por parte de Gabriel, que en el momento en el que se entera de este parentesco entre la pareja, pone todos sus esfuerzos en separarlos. Y está bien, sí, son hermanos. PERO, ¿cómo es posible que le parezca tan censurable dicha relación pero no su intención de casarse con su SOBRINA que es mucho (pero mucho) MÁS JOVEN que él? Estamos en las mismas, siguen siendo familia y encima Manolita es menor de edad pues no debe de superar los 15 años, mientras que su tío debe de estar en los 40 o hasta rozando los 50.

Este hecho ha hecho que me sintiera bastante incómoda mientras leía la novela, y han sido muchas las veces en las que he tenido que resoplar ante los sucesos o pensamientos de los personajes. 

FIN DEL SPOILER. 

En general no sabría si decir que la novela me ha gustado o si no. 
Por un lado la historia me ha gustado bastante, pero por otro, está el hecho de que moral y personalmente había muchos hechos que no podía aceptar. 
Y por otro lado, tenemos el hecho de las mil y extensas descripciones, cosa que odio. Así que lo dejaré en un: no ha estado mal. 

Y nada de puntuación, como siempre que reseño lecturas de clase.