Título original: Stalking Jack the Ripper.
Saga: 1/4
Autor/a: Kerri Maniscalco.
Traductor/a: María Celina Rojas.
Precio: 15,00€
ISBN: 978-84-92918-28-7
Editorial: Puck.
Nº Páginas: 345
Formato: Rústica con solapas.
ÉL ES EL ASESINO QUE NINGÚN HOMBRE HA PODIDO ENCONTRAR.
AHORA, ES EL OBJETIVO DE UNA CHICA.
A pesar de haber sido criada para ser la perfecta lady victoriana de clase alta, Audrey Rose Wadsworth tiene un plan distinto para sí misma. Después de la pérdida de su querida madre, Audrey está decidida a comprender la naturaleza y el funcionamiento de la muerto. Por eso, cambia la aguja de bordar por un bisturí de atopsias y, en secreto, aprende la ciencia forense. Y es así como se ve involucrada en la investigación del asesino Jack el Destripador, pero para su horror, las pistas la conducen mucho más cerca de su mundo protegido de lo que podría haber imaginado.
Inspirada en el abominable caso sin resolver de Jack el Destripador, esta deslumbrante novela debut de Kerri Maniscalco teje una historia de belleza y oscuridad en la cual una joven victoriana descubre que algunos secretos que parecían encerrados necesitan salir a la luz.
"¿Estás listo para resolver uno de los casos más macabros de la historia?"
Audrey Rose es una chica de 17 años con una afición bastante peculiar para una joven de su clase, más aún en la época victoriana. En su tiempo libre busca los medios y las formas necesarias para escapar de casa y estudiar medicina forense con su tío. Mientras otras joven de su edad cosen vestidos y servilletas, ella se dedica a coser cuerpos.
Así que no es de extrañar que toda esta fascinación por el mundo de la muerte y la medicina la acaben metiendo en una de las más terribles historias que ha experimentado la humanidad: la del temido Jack el Destripador, quien asoló durante días el barrio londinense de Whitechapel, lugar donde llevó a cabo al menos el asesinato de cinco mujeres.
"La muerte no prejuzgaba por cosas morales como la posición social o el género."
Y esa peculiaridad suya es la que la llevará a conocer a Thomas, un joven caballero que estudia medicina en las clases que imparte el tío de Audrey. Thomas, además de ser el impecable caballero inglés: apuesto, inteligente y de buena familia; es todo un seductor y un borde a ojos de nuestra joven. Pero ya sabemos que a todas nuestras protagonistas les pirran esta clase de chicos, y la verdad, a lxs lectores también.
"Estaba decidida a ser tan hermosa como feroz, como Madre había dicho que podía ser."
Obviamente entre estos dos no tardará en surgir cierto pique y atracción, lo que se verá intensificado cuando se vean irremediablemente unidos por cosas del destino, pues ambos serán envueltos en una misma investigación. El tío de Audrey, el doctor Jonathan Wadsworth está sumergido en la investigación de una serie de asesinatos que están teniendo lugar en las calles Whitechapel. En este entorno de muertes, cadáveres y misterio, veremos como la relación de estos dos va evolucionando, aunque de forma sutil, y como pasan de la rivalidad a la admiración mutua. Pero en toda esta investigación, se verán envueltas muchas más personas de las que esperamos, y las relaciones entre unos personajes y otras se verán influencias por las sospechas que pueden llegar a causar cualquier simple gesto. En un periodo de pánico como este, todos pueden ser culpable.
"Siempre nos diremos la verdad, aunque sea difícil de escuchar."
La novela está narrada en primera persona por Audrey, lo que nos dará una mayor precisión sobre aquello que piensa en todo momento: lo que siente al ver un cadáver, sus opiniones acerca de las autopsias, sus sospechas... Y además nos aportará un sinfín de pensamientos bastantes feministas para la época, en los que la señorita Wadsworth expresa sus desacuerdos con la sociedad de su época y el papel que se les impone a las mujeres.
Ah, y no puedo evitar mencionar su portada, que solo se puede describir con una palabra: PRECIOSA.
"Había más fortaleza contenida debajo de mis capas de muselina y piel bien perfumada que en la mitad de los hombre de Londres."
Sin duda estamos ante un libro que engancha desde el primer momento, y que desde la primera página nos introduce de lleno en la historia, concretamente en el sótano del tío de Audrey donde están llevando a cabo la primera de las muchas autopsias de las que seremos testigos a lo largo de las páginas. Y donde es realmente fácil sumergirnos en el lugar y la época en la que desea su autora, es decir en la Inglaterra de finales del siglo XIX.
En resumen, A la caza de Jack el Destripador es una lectura amena, entretenida, cargada de misterio y con cierto toque de terror teniendo en cuenta que estamos ante una historia basada en hechos reales. Y que es sin duda la primera parte de una saga de cuatro libros que prometo mucho. Sinceramente estoy deseando saber cuando saldrá la segunda parte.
Se debe tener respeto por toda obra, pues el mero hecho de que un autor concluya una historia es digno de encomio, y más aún lo es cuando se trata de una labor tan extensa y minuciosa como resulta "A la caza de Jack el Destripador". Toda lectura a su vez es subjetiva, y aquello que a un lector le agrada o, incluso, le fascina, deja indiferente a otro, y hasta le rechina. Dicho lo cual, señalaré que me costó mucho leer esta novela y tomarle el gusto a su trama, pese a que aborda un tema muy atrayente. No pude quitarme esa sensación de irrealidad que permea el libro. La técnica de usar a un personaje femenino narrando en primera persona me pareció un error. Un tributo excesivo a un público juvenil en detrimento de lectores de mayor edad. Considero que una historia potencialmente muy interesante se estropeó por esos permanentes toques de novela rosa que se le intercalan. El enamoramiento de la protagonista respecto de Thomas, el apuesto asistente de su tío el forense, me parece un ejemplo de esa orientación fallida del argumento. En fin, mucha fantasía teñida de rosa que, en mi modesto criterio, terminó destruyendo el corazón de la historia. Esa mezcla de géneros (romántico, misterio, gótico, etc) me hizo demasiado densa la lectura dejándome el sabor de que se desperdició una ingeniosa idea, que quedó eclipsado el talento, que por momentos nos muestra la escritora, y también su arduo trabajo de documentación sobre la época victoriana y los crímenes del destripador de Whitechapel.
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